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Minoxidil vs Ketoconazol.

Para combatir la alopecia existen muchos métodos, pero pocos son los que realmente están comprobados. Muchos menos son los tratamientos que causan pocos efectos secundarios o que son accesibles sin receta médica. Hay procedimientos muy aparatosos que dan pocos resultados al momento de enfrentarse a la alopecia, los hay también que requieren una gran inversión y que no aseguran la permanencia de los resultados; pero pocos son los que realmente juntan la eficacia con la accesibilidad y la practicidad. De entre esos pocos tratamientos, hay dos de los que nos ocuparemos: el minoxidil y el ketoconazol.

Hay que decir que no existe un cura única y definitiva para la alopecia, sobre todo para la androgénica hereditaria. Pero estos tratamientos, ambos con grado farmacéutico, han tenido efectos comprobables en casos particulares, no en todos, que los vuelven opciones muy viables. Ambos compuestos pueden combinarse con otros elementos para ser utilizados como shampoo de manera no prescriptiva, pero la diferencia radica en que el ketoconazol está señalado, por su acción anti fúngica, para combatir eficazmente la caspa, previniendo así las infecciones y la caída del cabello, y el minoxidil está pensado, por su acción vasodilatadora estimulante, para revitalizar los procesos que tienen lugar en los folículos. Ambos tratan de revertir la alopecia de manera distinta, el ketoconazol equilibrando el flujo de grasa y el minoxidil mejorando la irrigación sanguínea en el cuero cabelludo, pero comparten un mismo fin: mejorar la salud y el aspecto de nuestro cabello.

El ketoconazol es un medicamento del grupo de los imidazoles, utilizado para combatir la tiña, en sus distintas formas, y las infecciones que se presentan en la piel. Gracias a la efectividad de su función anti fúngica, empezó a utilizarse como tratamiento para combatir la pitiriasis, la tiña versicolor y los problemas leves o graves de caspa en el cuero cabelludo y en el cabello. El shampoo con ketoconazol se utiliza dos o tres veces por semana, pero en casos graves puede utilizarse a diario. Su recomendación como tratamiento en contra de la caída del cabello es debido a la leve inhibición que causa en las hormonas androgénicas, las que en parte causan la alopecia. No se deben esperar efectos milagrosos o resultados notorios, se debe tomar al ketoconazol en shampoo como complemento preventivo de un tratamiento integral para combatir la alopecia. La ventaja que ofrece el ketoconazol para el cabello es que bien aplicado, al igual que con el minoxidil, no produce muchos o graves efectos secundarios, y puede conseguirse sin receta médica. La desventaja es que si bien tiene funciones antisépticas, protectoras y equilibrantes, no puede decirse a ciencia cierta que permita o ayude a que crezca más el cabello. Pero no hay que desanimarse por esto, el ketoconazol puede combinarse con otros tratamientos como el mismo minoxidil para lograr mejores resultados.

El minoxidil es un eficiente vasodilatador y un antihipertensivo que en un principio se usaba para los problemas cardiovasculares. Su uso como componente que combate la alopecia vino después, cuando se comprobó su efecto en la disminución de la caída capilar y en la repoblación o aparición de nuevos vellos o cabellos en zonas indeseadas, o en zonas que se daban por perdidas. Se sabe que el minoxidil actúa principalmente en el sistema sanguíneo, estimulando los niveles de óxido nítrico en el torrente sanguíneo, provocando la apertura de los canales que irrigan el esfínter pre-capilar. El resultado del uso de minoxidil es el engrosamiento de los folículos pilosos, en las zonas necesarias o deseadas por su uso tópico, y la revitalización de los procesos que ocurren en la raíz capilar. El mecanismo exacto y detallado de la acción del minoxidil no ha sido especificado, pero los efectos, los resultados y los testimonios que se han dado en múltiples casos hacen del compuesto un tratamiento muy recomendado para combatir la alopecia. En ese sentido, se puede decir que el minoxidil tiene efectos contra la caída del cabello más mensurables, más perceptibles y más reconocibles que el ketoconazol, pero también mayores efectos secundarios. El minoxidil, si bien es más notorio a la hora de comprobar sus efectos, es más susceptible de provocar reacciones o irritaciones que el ketoconazol. Pero esto no es motivo para alarmarse, ya que todo activo, ya sea ketoconazol, minoxidil o finasterida, produce efectos secundarios que pueden evitarse al usar adecuadamente el producto, sin exageraciones y sin cantidades excesivas.

Más que antagonistas, el ketoconazol en shampoo y el minoxidil son complementarios. Ya que el alivio y la protección que brinda el ketoconazol puede ser de mucha ayuda para las funciones estimulantes del minoxidil. El acierto de esta combinación puede medirse en relación a la espera y expectativa que las personas pueden tener para resolver sus problemas capilares, ya que se tiende a querer cubrir mayores necesidades, incluso contrarias, al tratarse de la salud y de la belleza. Si queremos que se note menos caspa, si queremos que nuestro cabello esté menos grasoso y que se sienta más suave y brilloso, pero al mismo tiempo queremos combatir la caída y revitalizar los procesos de los folículos, podemos utilizar ambas opciones en conjunto. No se trata de condenar a una u otra opción, se trata de recomendar ambas opciones para lograr mejores resultados, y al mismo tiempo sentirnos más aseados y protegidos de los efectos irritantes. Se trata, en pocas palabras, de lograr resultados y sentir que hacemos un cambio significativo en nuestra vida.

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